sábado, 1 de octubre de 2011

Rosa

Me llamo Rosa María, aunque no me gusta mucho mi segundo nombre. Estoy más cerca de los treinta que de los veinte, y sin embargo vivo esclava en un mundo dependiente, espero que eso cambie pronto.

No soy guapa, creo que tampoco fea, me miro al espejo y solo veo a una tía normal, con unos ojos enormes y muy abiertos, una cicatriz en el labio, una nariz…mejor no hablemos de esa nariz. Veo complejos, pero tampoco me importa mucho, el físico realmente no siempre fue lo que más me importó ni de mí misma ni de los demás.
Soy bastante tozuda y cabezona, y si se me mete algo en la cabeza…hasta que no lo logro no paro, cueste lo que cueste. Me molan los retos.

Un gran amigo me dijo hace poco, que tengo aspecto de triste y cansada, que tengo andares peculiares y que si fuera feliz, podría incluso, levitar.  Ayy... cuanta razón lleva. Espero algún dia llegar a ese punto de, no se si felicidad, pero si de conformidad e ilusión.

La cicatriz en el labio, me la hice con una bobina de hilo, intentaba tocar la trompeta con ella, y en un momento que me llamaron para ir a comer, me tropecé y me la clavé. Creo que no volvi a intentar tocar la dichosa trompeta,jejejjeje.

Soy exfumadora y hace tiempo que no sufro de onicofagia. Dejé de fumar porque me di cuenta de que dependía demasiado de un cigarro y directamente lo mandé a tomar por culo un dia cualquiera de octubre, hace cuatro años.

Reconozco, que me juzgo a mí misma en función del ánimo que tengo, supongo que también te pasa a ti, a todos. Si te soy sincera (como acostumbro) soy bastante indecisa, me infravaloro con bastante facilidad y tengo más miedos que pelos en la cabeza, y por supuesto soy más variable y más veleta que una mierda.

He sido siempre muy soñadora, aunque cada vez creo que ser tan emocional y sentimental no lleva a ningún sitio, es poco práctico y sólo me sirve para meter la pata. Estaré madurando…

No sigo un patrón ni me gustan los morenos o los rubios, o los pelirrojos, o los castaños, estos o aquellos. Me gusta la gente auténtica, sin tapujos, con su ying & yang. Con pelos y señales, con granos, con gafas, pero sobre todo con humor. Me encanta la gente que tiene algo que aportarme, algo que enseñarme, me gusta la gente aventurera de mente y corazón. Me gusta la gente que me escucha y le interesa lo que digo.

Me considero una persona bastante disconforme con la sociedad actual, vivimos en un mundo donde el reproche es la moneda de cambio en las relaciones de pareja. Vivimos en un mundo donde el tic-tac no lo marcan las agujas del reloj, sino el puñetero dinero. Vivimos en un mundo de caprichos, amores obsoletos, apolítico, sin motivación y conformista, yo diría que estamos en la “Era de las pocas luces”.

Creo que no necesito mucho para ser feliz, aunque ahora mismo si me lo preguntaran… ¿Rosa que quieres hacer ahora mismo? Diría que salir volando…así que tal vez…pido demasiado.
Cada vez, soy más consciente de que gasto demasiada saliva y esfuerzo, en intentar sorprender y agradar a las personas que menos me valoran, y creo que me estoy empezando a cansar, gastar energía tontamente. No merece la pena en absoluto. Hay que ver, que siempre me fijo en quien no debo...No podemos agradar a todo el mundo, es prácticamente imposible, así que ¿qué coño? Voy a gastar un pelín más de energía y a ofrecer mucho más a las personas que sé que están ahí. Porque, ¿sabes una cosa? Solemos (o al menos yo) dar por supuesto que alguien que nos quiere no hace falta que estemos constantemente demostrando nuestro cariño, no sé si es comodidad, o apatía, o dejadez, no lo sé, pero lo que sí está claro es que pensar eso es un error, pero así lo hago yo. Una vez, me dijo una profesora, que aprovechemos mientras estemos vivos, para demostrar nuestro cariño a las personas que queremos, cada día, como si fuera el último, porque realmente, nunca sabes cuándo puede ser el último momento que tengamos para demostrarlo. El problema, es que a mi me pasa una cosa extraña, me cuesta encontrar las palabras precisas y perfectas para la gente que más quiero, creo que es, porque utilice las palabras que utilice para definir el amor o el cariño que les tengo, creo que siempre me voy a quedar corta, creo que siempre me va a quedar pendiente decir algo más. Así que directamente no practico este arte de ser sincera con los que más quiero. Un error y una gilipollez como un témpano, lo sé, pero es mi fallo. Espero poder cambiarlo algún día, y que no sea demasiado tarde. Aunque tengo pendiente un texto, una declaración de cariño y respeto a un par de personas, y pienso ponerme al tema muy pronto.

Creo que tengo infinitas personalidades, en función de con quién estoy, o de cómo estoy yo. ¿A ti no te pasa? A mí me pasa muy a menudo, si estoy con alguien alegre, me lo contagia y hago más el tonto que na… Si estoy con alguien serio, pues me contengo, si estoy con alguien charlatán…para que queremos más…me enrollo como una persiana. En fin, creo que todos tenemos el trastorno de personalidad múltiple, es más, creo que es adaptativo, así podemos ajustarnos a toda clase de situaciones y personas. Bueno no se trata de ser una persona camaleónica ni nada por el estilo, ni mucho menos, pero sí de ser afable y empático.

Soy bastante inmadura a veces, creo que tengo un poquillo el complejo ese de Peter Pan, porque tengo siempre,  como cicatriz rosada, muy presente mis raíces, mi familia, mi infancia, mis recuerdos. Y por supuesto vivo en una nube.

A veces, no me hago justicia, no me quiero lo suficiente y me ahogo en una gota de lluvia. Otras en cambio, me bebo el agua de los charcos con una pajita y me rio de mi misma y mando todo a tomar por culo.

No tengo pelos en la lengua (imagínate si así fuera, menuda putada, unos pelos ahí…aaaggg que asco). Digo lo que pienso y siento. Unas veces me cuesta más que otras, más que nada porque creo que hay que tener ante todo tacto.

No creo en el amor eterno, ni en la amistad eterna, creo que hay momentos muy importantes que compartimos con las personas adecuadas en función de las circunstancias en las que estamos, pero al fin y al cabo, todo es efímero. Creo que todo es efímero, todo menos la estupidez y la muerte.

No tengo un final cojonudo para este texto, no es un texto en sí, es una mera forma de desahogarse, una explosión de palabras mezcladas con sentimientos de madrugada. Así que directamente, corto el chorro aquí, porque ni sé que más decir, ni me apetece.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen texto, Nube, sincero y directo, como nos gustan a tus fans! ;)

Aunque discrepo en algunas de tus afirmaciones... porque no te las crees ni tú.

Rosa dijo...

¿a que frases se refiere usted, figurilla cóncava?? ;)

luis rafael borbón jeane dijo...

No soy la persona que ha firmado como anónimo pero también me gustaría decirte que no estoy de acuerdo en que el amor no sea eterno ni en que haya que ser prácticos y realistas. Si vivimos diez telediarios, ¿para qué vamos a ser prácticos y realistas, Encoma, para qué aburrirnos tanto? ¡Sueña! Date la oportunidad de conseguir lo que has dejado olvidado quizá entre las ensoñaciones de la infancia y que las bienintencionadas influencias de la gente que te rodea han enterrado para siempre si no lo desentierras tú con tu palita de jugar con la arena, perdido el miedo, quizá lo que hay ahí enterrado es algo que te va a hacer muy guapa y va a ponerte una nariz bellísima sin operación de ningún tipo. ¡Sueña, joder! Que lo que quieren los de arriba es que no lo hagamos para tener más que repartirse entre ellos. Y sí el amor es eterno porque yo he soñado que lo es y lo va a ser.
Un beso muy grande, Encoma.

Rosa dijo...

Hola Luis! pues tal vez lleves razón, pero no sé, en realidad ¿para que sirve tanto soñar? si luego nada de lo que sueñas se cumple, las espectativas siempre se quedan grandes, nunca están a la altura. Ainss...Luis, demasiados sueños rotos... Yo he sentido que el amor no es eterno, he notado que la gente se va porque "es ley de vida, cada uno escoje su camino", Los sueños estan muy caros ultimamente y la ilusión está ahora en bancarrota, por falta de recursos...

Muchas gracias Luis!! ;)