Horrorizado quedaba aquel que fijara la vista en su mirada, unida por una sola ceja y protegida por unos anteojos de tal grosor que imposibilitaba distinguir el color de sus achinados y diminutos ojos. Daba la sensación...de estar caricaturizado. El tamaño de su aguileña nariz era tal que parecia estar unida a su desarrollado y rudo mentón, sin olvidar los "platillos voltantes" que posaban en los laterales de su disminuida cabeza.
La gente, que posee conocimiento de la infancia de este irremediable ser, a menudo menciona los trastornos que habia padecido en su niñez, fruto del abuso psicológico y maltrato físico, por parte de esos guerrilleros que se hacen llamar "niños". ¿La causa? el desproporcionado físico con el que habia sido dotado...pobre...Ésto le repercutió de tal forma, que aquel niño apacible e indefenso y un tanto melosón, se fue transformando en el "monstruo" que hoy es.
A nuestro personajillo, Clodoaldo Augusto Ramirez (ni el nombre le acompaña), le fue inculcado un seudónimo por sus alumnos, que dice mucho de su persona: " El Anticristo", pues carece de una de las cualidades que nos hace persona: LA TEMPLANZA. Es cierto que es uno de los mejores profesores de historia que hay en su país, ejerce en varias asociaciones como voluntario e incluso hace un par de años ganó el Premio a la Acción Magistral por un proyecto educativo para prevenir la violencia en el centro escolar, 9000 euros! Es cierto que es audaz, con un implacable don de palabra y gran aficionado al estudio de la astronomia. Pero todas sus virtudes se tornaban defecto cuando te acercabas a conversar con él, puesto que se mostraba ignorante, intolerante, rudo y, debido a que era poseedor de una inconfundible competencia, tenía por objetivo desmoralizar a cualquier ser pensante. Carecia de habilidades sociales, casi diria yo que era un tio antisocial. Aun así, las que "pagaban el plato mas caro" eran las mujeres, cuya opinión era: "la mujer es ramera por naturaleza y la peor tesorera del hombre, le ofreces el corazón y lo aplastan en un segundo, y no hay que olvidar la facilidad que poseen para arruinarte". No tenía ningún inconveniente en decir estas sandeces en clase. Tal vez por este tipo de comentarios, de las 12 chicas que estabamos en clase el dia de la presentación, solo aparecimos 4 el resto del curso.
Debo decir, que es la persona más prepotente, fría y "cargante" y machista,que se ha cruzado en mi camino, pero graciás a los conocimientos que nos transmitió este señor en clase, hoy a mis cuarenta y pocos, soy poseedora del doctorado de historia de España.
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