lunes, 29 de agosto de 2011

En las vias...la nostalgia.

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Ahora sí. ¿Qué es eso que llaman nostalgia? no sé si todos entendemos lo mismo por esta palabra. Yo creo que es ese sentimiento que se despierta en nosotros, con el sonido de una canción,  un olor, un sabor, un color, una prenda,... y aparece de pronto un gesto de forma automática: la mirada se pierde, los parpados se entornan ligeramente, esa sonrisilla perezosa, a medio salir de los labios, los ojos se dirigen al fondo del abismo de los sueños, y vagabundean por los recuerdos.
Tras un corto y laxo periodo de tiempo vuelves a ser niño, a no tener miedo a nada, a sentir como el frio del invierno o el calor del verano, cala y derrite a la vez tus huesos, esos huesos que no se empapan de la desgana y desilusión que provoca el ocaso y la vetustez. Sientes de nuevo, como cada estación entra con su propio olor, el olor a castaña asada, chimenea y turrón dulce del invierno, el olor a lavanda, azahar y hierba de la primavera, ese olor a crema de zanahoria y coco, a aftersun y cloro del verano, y por supuesto, ese olor de esa estación que me encanta, el otoño, impregnado de ese olor tan dificil de caracterizar ¿a qué huele el otoño? no lo tengo claro, creo que a roble fresco y hojas secas. Es curioso que una estación, que trae consigo el comienzo de un año nuevo con la caida de las hojas, sea tambien el que traiga consigo esa sensación de tristeza y añoranza. Siempre te siento, nostalgia, vestida de hojas secas. 
Ese bocata de nocilla que nos acompañaba con una buena peli, de las de mi época (the goonies, regreso al futuro) esa epoca en la que todo tenía sentido. Y, ¿qué me dices de la gran pregunta: "que quieres ser de mayor"? Tan pronto querías ser pirata,policía, torero, agente del FBI, o hasta monja de clausura, por supuesto la respuesta dependia de la pelicula que televisaran en ese momento. Con toda la vida por delante, ni más ni menos, para decidirlo. Para al final, ser cualquier cosa menos eso, pero menos mal, imaginate si realmente hubiera sido monja de clausura (quise serlo realmente), imaginate...Pero que época tan valiosa, la niñez, la época del todo vale por nada. Y las prisas que tenemos por crecer...cuantas y cuantas veces no habremos oido de alguien mayor: " no tengas tanta prisa por crecer...que todo llega...y estás en lo mejor de la vida"     ¡NADA!     ¡tu quieres crecer! jejejeje...pero bueno eso es lo que tienen todas las personas en común, querer más, ser más, antes y mejor.
Y así pasan los años, hasta que un dia, tienes 28 y te vienen algunos flashes cargados de risas, que suenan a modo de eco en tu mente, y te ves a ti mismo con ese careto de felicidad que lo has comprado, con los veinte duros que te ha dao tu madre, en la tienda de todo a cien. Sí, 100 pesetas, de las de mi época, eso justo valía la felicidad.
Es en esos momentos, en esos precisos instantes, en los que esos dulces  recuerdos embadurnan nuestra mísera existencia, quieres volver a ser tú, quieres volver a cometer cada error fortuito que te ha llevado a ser la clase de persona que eres hoy, que no es otra que: TÚ MISMA.
Gracias nostalgia, por hacerme valorar entre las vias*, cada instante que he vivido, unas veces lleno de huecos vacíos y neblina, y otras tan llenas de vitalidad y alegría. Y gracias por devolverme esas ganas de volver a sentir esa sensación de lo poco que hace falta para ser realmente feliz.



vias*: distintos caminos de la vida.

2 comentarios:

A. dijo...

Cerca de las vías*, Encoma, nunca sobre ellas, sin poder decidir qué canción sonará la siguiente...

Buen texto, otoñero prematuro. ;)


*vías: distintos caminos que la vida nos enseña.

Rosa dijo...

sabes que discrepo en cuanto a las vías...aunque claro,eso es lo valioso, que cada uno opina a su manera, siempre desde el "cielo", aunque una esté bocabajo y otra en botella.
Pero sí, siempre en las vías, en las sendas de la vida y sobre ellas las cálidas huellas de la nostalgia, esa que viene con traje de hojas secas.

Este otoño...traicionero...;)

(F)