viernes, 16 de marzo de 2012

Espejismos


- Monten las yemas con el azúcar mientras la mantequilla se funde...- Dice Juan Carlos, a la vez que bate y bate con maestría las las yemas con las varillas.
Por un momento me olvidó del souflé de chocolate. Los distintos aromas de la cocina, curry, comino, mantequilla fundida, el tufillo caliente del horno..., me embrujan y no puedo evitar escabullirme de mi asiento y aparecer de repente en esa playa, ese 16 de agosto. Sus ojos moros, su esbelta figura camuflada tras un pañuelo transparente. Sus pezones mirándome de reojo, esforzándose por atravesar el tejido elástico del bikini para perderse y explotar en mi boca. El eco de tu risa marcando el compás de las olas al chocar con la arena, jamás tuvo el placer el mar de tener como acompañante semejante arpa con cuerpo de mujer.

Pero ¿qué me está pasando? Soy un hombre felizmente casado, orgullo de mis hijos, de mi vida acomodada y tranquila, ¿Cómo entonces emerge ese fuego, ese ardor, cuando te pienso?
Dulce espejismo del desierto que perfila mis sueños sin ser yo dueño de ellos, te lo ruego, déjame ser yo de nuevo, devuélveme  mi rutina, mi paz, mi sosiego.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mmm usando todo el machismo que tengo y toda la verdad, creo que la mayoria de los hombres no pensamos eso cuando nos excitamos con "otra"...
"¿Cómo entonces emerge ese fuego, ese ardor, cuando te pienso?", creo que la mayoria diriamos algo como "por que me estoy empalmando tan rapido?"(y lo digo en modo flojo y conciso)

Unknown dijo...

Me parece un relato romántico y a la vez desesperado.Creo que el hecho de que un hombre o una mujer estén felizmente casados y se quieran, no implica que no podamos sentirnos atraídos por otras personas, es más, cuando uno se casa deja de estar soltero pero no deja de ser humano.
Un saludo compañera de camino.
Felicidades por tu blog.

Rosa dijo...

Sobre todo desesperado, como bien dices. Porque a pesar de que una persona lo tenga todo (o al menos lo crea) nunca está conforme, y eso a la vez que es beneficioso para crecer, evolucionar; también tiene arma de doble filo. El secreto sería encontrar ese velo, esa linea transparente que une las ganas de progresar y superarse, con la capacidad de valorar lo bueno que ya tienes. Pero ¿quién tiene esa fórmula mágica?

Gracias de nuevo, compañera de viaje.