viernes, 11 de noviembre de 2011

A ciegas

- No veo, no veo, no veo. ¿Qué está pasando? ¿Hay alguien ahí?
- Si mi niña, mamá está aquí. No te toques, debes tener un tiempo la venda. Te han operado hace media hora.
- Creía que me había quedado ciega, que miedo. Por cierto ¿a qué huele? Huele como a piel quemada, ¿dónde estamos? Yo no oigo gente, ¿no estamos en el hospital?
- Sí, es que estamos en una habitación aislada, no te preocupes.
- Sí, ¿pero cómo he llegado aquí? No recuerdo nada. ¿Por qué me han operado de la vista? No tengo ningún problema, al menos que yo recuerde. Estoy muy confusa, tengo miedo. No me has dicho que es ese olor tan raro. ¿Por qué no siento las piernas tampoco? ¡Dime qué está pasando!
- Tranquila. Aún estás bajo los efectos de la anestesia. Te han dado muchos calmantes.
- ¡Quieres contestarme! ¡Contéstame! ¡Contéstame! ¡Joder!
- Mi pequeña, mejor te lo digo en otro momento, será mejor así. Intenta descansar, ¿vale? Intenta dormir un poquito.
- ¡Quieres decirme qué está pasando! ¡Vamos mamá! ¡Dímelo! ¡Dime que me está pasando! ¡Qué es ese olor tan intenso a quemado! Y ¡Por qué no siento las piernas! ¡Dímelo joder!
- Está bien, tranquila mi niña, tranquila, te lo contaré, te lo contaré, cielo. Hace un par de horas... cariño –decía llorando- ha sido tu marido, mi niña, ha sido tu marido. Ahora está en el cuartel de la Guardia Civil. ¿No recuerdas nada?
- No, no recuerdo nada, ¿qué tengo que recordar?
- Cariño, no sé como decírtelo, no sé si es mejor que olvidemos el tema. Descansa, intenta descansar.
- ¡Que no! ¡Dime que pasa! ¡Dímelo!
- Mi niña, llamaste hace tres horas a casa asustada. Decías que Julio te estaba amenazando que te iba a matar. Tu padre y yo llamamos rápidamente a la policía para que fueran a tu casa. Cuando llegaron era tarde. Te encontraron entre las llamas, mi niña, la casa estaba ardiendo, y tenías unas vigas encima.  Estabas totalmente inconsciente.  Tienes quemaduras de tercer y cuarto grado en el treinta por ciento del cuerpo, cariño. Las piernas... han tenido que amputartelas. Y la vista... de momento no sabemos nada, te han operado hace un momento, pero los médicos dijeron que había un porcenjate muy alto de que la perdieras.Lo siento mi vida, lo siento mi pequeña, lo siento, lo siento, mi niña, mi niña...
- ¿No podré volver a andar? ¿Estoy ciega?
- Sí, mi niña, así es. Pero nosotros vamos a estar aquí, todo va a salir bien, cariño, todo va a salir bien, cielo, con el tiempo todo se arreglara, ya lo veras, ya lo verás, sí, ya lo verás- decía llorando mientras la abrazaba con sumo cuidado-
-¡Nooooooooo! ¡Nooooooooo! ¡Déjame! ¡Déjame! ¡Diosssssss! ¡Diossssssss mioooooooo! ¡Por queeeeé! ¡¡Por qué yo!! ¡Diosss míooo! ¡Por qué! ¡Por qué! ¡Diosss míoooo!

3 comentarios:

Happy Kappa dijo...

Hola chic@s. Con motivo de haber alcanzado 50 seguidores voy a organizar pronto un sorteito de agradecimiento. Ya podéis incluso conseguir 2 participaciones extras entrando en esta entrada y haciendo lo que dice. http://estacerradaladrogueria.blogspot.com/2011/11/craftingeek.html

cangrejo sebastián dijo...

mire usted señorita Encoma, me parece bien que escriba estas cosas, pero sus fans estábamos acostumbrados a otro tipo de textos.

queremos a la nube descorchada pero con vitola!! un beso desde el fondo del mar.

Rosa dijo...

querido crustáceo, las botellas no siempre llevan la misma presión, ni son del mismo grosor, ni material,...hablaré con los proveedores.
;)