A nadie se le ocurrirá que sólo quiso volar, como antes...
La nave dispuesta en el mismo lugar. La funda de ganchillo no disimula muy bien las pelotillas del respaldo, pero aún así los brazos, y aún desgastados, están en perfectas condiciones y dispuestos para la operación. El procedimiento para el embarque siempre el mismo: cierra la puerta del trastero con llave, apaga las luces, se sienta, cierra los ojos y cuenta hacia atrás.
Es curioso que siempre lleve equipaje adecuado para cada ocasión. ¿Cómo es posible entonces que para un viaje por el fondo del mar se olvidara de respirar?
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